Durante un fin de semana con amigos decidimos darle una pequeña lección a Kinky Lil Devil... Este joven estudiante que era demasiado insolente tuvo que ser castigado. Kinbaku, látigo y otros orgasmos forzados le hicieron comprender que tenía que ser sabia y obediente y, sobre todo, ¡no actuar con insolencia!
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