Hacía semanas que no venían, lo extrañaban.
El lugar, los anfitriones, las ceremonias…
Este lugar es definitivamente suyo; el Sr. R y la Sra. M se sienten perfectamente como en casa aquí para expresar sus talentos y dar rienda suelta a su creatividad.
El entorno se presta a la creación de escenas sutiles y perversas, que la participación de Mademoiselle realza.
Su relación es encantadora.
La Sra. M y la Srta. a veces se deleitan, como gatos feroces, en asociarse a los caprichos del momento, para gran placer de los sumisos que caen bajo sus garras.
La Sra. M se dedicó a crear historias sutiles y complejas con gran profundidad. Aportó muchísimo y ahora anhela establecerse, sin cuestionarse nada.
Encuentra al señor.
Encuentra el origen
El tema del día se adaptaba perfectamente a sus aspiraciones.
El experimento de la cuerda
La experiencia del abandono a través de la restricción
Había experimentado estos placeres con Monsieur
Los habían esbozado con Él sin involucrarse en una sesión realmente larga.
DirtyVonP es sin duda un maestro en este campo.
Al asistir regularmente al club, observó su arte.
Ella apreciaba su autoridad natural e implacable.
Ella contempló la fuerza silenciosa
Elegancia
La forma en que envuelve a sus presas, que no tienen más remedio que rendirse.
Ella lo deseaba
Consumida por el deseo, se entregará.
El caballero se confió en él y se sentó a observar.
A ella le hubiera gustado que interpretaran la coreografía a dúo.
Pero él lo sabía
Que ella tenía que entregarse. Exclusivamente.
Vivir el momento plenamente
Vestido quitado, solo quedan las medias, el cinturón y el liguero.
Cabeza abajo
Manos entrelazadas en la espalda baja
Ella esta lista
El cuerpo del Maestro apenas se presionó contra el suyo para deslizar la primera cuerda.
Apenas una mano apretando su garganta. Tomando aire.
A él le pertenece; deponga las armas de la voluntad para dejar que su cuerpo piense.
El hilo narrativo ya no existe.
El hilo de las cuerdas dicta
Sus dedos controlan su respiración.
Ningún músculo, ninguna tensión, ninguna resistencia puede oponerse a la voluntad de DirtyVonP.
Las cuerdas envuelven, tensan e inmovilizan los miembros esclavizados.
Sus cuerpos y sus respiraciones se entrelazan en perfecta armonía.
Él tiene
Se impone en armonía con sus abandonos.
La moderación da paso a la ingravidez
Está flotando, está tan cómoda. Su cabeza da vueltas un poco y se cae al suelo.
Posicionado. El eje de la cuerda de soporte es un ancla sólida que libera al cuerpo de sus ataduras.
Sus suaves labios tocaron los de ella y ella le aseguró que estaba bien.
Un muslo es aplastado y doblado hacia atrás, inmovilizado bajo la funda de cuerda, abriendo sus labios.
– Desvergonzada, eres desvergonzada. Estás a mi merced, según Mi Voluntad.
– Soy tuyo, te pertenezco.
La postura revela todo sobre su sexo; ningún pudor restringe su exhibición. Su cuerpo ya no le pertenece; se siente tan ligera.
Ella ha perdido el rumbo.
Ella perdió el diccionario de la razón.
Ella perdió todo sentido del tiempo.
Flota.
Contra él y tan lejos.
Los hilos se aflojan, liberando muy gradualmente el cuerpo.
El desprendimiento y la presión de los dedos se entrelazan
El aire está racionado, garganta, estómago.
Él sigue en control
Siente suavemente sus extremidades, el vacío, el final, e invita a la consciencia a regresar.
El caballero está allí, observando atentamente sus reacciones.
DirtyVonP parece satisfecho.
Está encantada, ha recorrido un largo camino. Un largo camino.
Es en un estado de aturdimiento que reconstruye el lugar, las personas presentes.
Allí sin estar del todo allí, flotando en un suave letargo… suspendido
La presencia del señor, la conexión del cuerpo y la mente, le hace darse cuenta de la intensidad sensorial de lo que ha experimentado.
La tensión erótica dentro de ella es tan poderosa que resulta dolorosa.
Un deseo abrumador de disfrutar y un anhelo de reconectar con esta experiencia con Monsieur
¡Necesita algo fuerte, algo poderoso!
El caballo con arcos ofrece un refugio confortable para su cuerpo cansado.
Sin demora, los golpes llovieron.
El látigo de látex envuelve la carne y calienta la piel.
La difusión cristalina de la crin veloz, tan delicada y semejante a una constelación, punza la piel caliente.
El látigo de cuatro hilos, vivo y preciso, que al Sr. R le gusta manejar.
La hábil coreografía se sincroniza con los espasmos de placer, ganando velocidad y fuerza al ritmo de su disfrute.
Ósmosis
Trance hipnótico
Una exaltación sublime de este viaje a las profundidades de su propio ser.
