Las tardes de té del Kinky Club siempre son diferentes. Siempre recibimos a jugadores talentosos que vienen a practicar y conectar. Nos llena de alegría cada viernes.
Este viernes, las sumisas fueron aún más el centro de atención que de costumbre. Experimentaron los placeres del Kinky Club y todas las posibilidades de tormento que nuestro excepcional lugar puede ofrecer.
El Maestro S y su sumisa C dieron inicio a las festividades. Se tomaron su tiempo explorando las instalaciones, moviéndose de una habitación a otra. El Maestro S estimuló la mente de C con su destreza intelectual.
Mientras tanto, el Amo B y su sumisa L llegaron al Club por segunda vez. Ella vestía un bonito corsé de satén y una microtanga que realzaba sus nalgas. No tardaron en subir a jugar, alternando azotes y caricias, llenando el Club de gritos y gemidos. El Amo B no le dio tregua a L, cuyas nalgas se enrojecían cada vez más. Este enrojecimiento encendió la mente del Amo S, quien comenzó a atar los pechos y genitales de C antes de colocarla en la cruz giratoria. Emprendió un meticuloso juego con los pezones, acentuado por las caricias de la fusta. A medida que las dos parejas se excitaban cada vez más, el ambiente y la temperatura subieron de inmediato, para deleite de los mirones cercanos.
Al llegar, D fue tomada y exhibida por el Maestro J en el banco de azotes, con los ojos vendados. Solo podía oír los gritos de sus compañeras de juego. Los tres Maestros disfrutaban enormemente haciéndolas gemir. Tras una sesión de azotes con su mano, el Maestro J iluminó los genitales húmedos de D mientras la excitaba con un vibrador.
Se invitó a los mirones a acercarse lo más posible a la intimidad de D, cuyo placer era igual a su vergüenza.
Vestida con un body abierto de encaje negro, la hermosa Ryouko dominaba con firmeza, armada con una paleta y una fusta. Luego, sus pies fueron venerados, adornados con espléndidos tacones fetiche de gran tamaño que acentuaban sus largas piernas.
DirtyVonP disfrutaba enormemente dándole los azotes semanales a Lil Devil. Eran particularmente fuertes y punzantes, como lo evidenciaban las marcas que aún se entrecruzan en sus muslos y pechos. (Los invitados al Munch&Play privado organizado por el KinkyClub al día siguiente en Aix-en-Provence quedaron atónitos).
J&J, huéspedes habituales, nos hicieron el honor de sacar las cuerdas, y J ató a J en la barroca sala de estar antes de azotarla largamente y luego besarla vigorosamente delante de todos. Unas cuantas bofetadas y escupitajos aumentaron el placer de J.
Nos vemos el viernes 23 de noviembre en compañía de Mademoiselle Calamity que habrá regresado de Aix en Provence.





